Page 58 - R02
P. 58
Tanto Lucretia Mott como Elizabeth Cady Staton organizaron
la Convención de Séneca Falls, que es la primera convención sobre
los derechos de la mujer en Estados Unidos en 1848 y publicaron La
Declaración de Seneca Falls, documento basado en la Declaración de
Independencia de Estados Unidos.
Destaca también la escritora Simone de Beauvoir con su obra
El Segundo sexo, ícono del feminismo en la que reflexionó sobre lo que significa ser mujer
desde su punto de vista existencialista. La autora comenzó a investigar acerca de la situación
de las mujeres a lo largo de la historia y escribió este extenso ensayo que aborda cómo se ha
concebido a la mujer, qué situaciones viven las mujeres y cómo se puede intentar que mejoren
sus vidas y se amplíen sus libertades. La teoría principal que sostiene Beauvoir es que «la
mujer», o más exactamente lo que entendemos por mujer (coqueta, cariñosa, etc.) es un
producto cultural que se ha construido socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la
historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija o hermana. Así pues, la principal
tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios y
que resume en su frase: «No se nace mujer: llega una a serlo». (Beauovoir. El Segundo
sexo.p.13)
Se puede afirmar que los logros de la segunda ola feminista fue el derecho al sufragio
es decir al voto, el reconocimiento a la ciudadanía de las mujeres. Es importante señalar que
las sufragistas y las sufraggettes tienen un objetivo en común que es el derecho al voto de la
mujer, pero por métodos diferentes. Las sufragistas apostaban por métodos legales, charlas y
conferencias para convencer a la población, mientras que las sufragettes preferían utilizar
acciones más radicales como manifestaciones, protestas, e incluso huelgas de hambre.
Estos grupos empezaron a surgir en los países anglosajones, donde la Revolución
Industrial creció con más fuerza y las fábricas empezaron a contratar a mujeres para mantener
la producción. En el Reino Unido, el movimiento de las sufragettes fue muy importante en la
vida política y social de principios del siglo XX. De las primeras luchas surgieron grandes
figuras feministas como Emily Davison, Emmeline Pankhurst o Millicent Fawcett.
La tercera ola del feminismo, comienzan en la segunda mitad del siglo XX y comienzos
del siglo XXI. Se lema: “Sin derechos sociales para las mujeres no hay derechos humanos
ni justicia”. En que los objetivos de la lucha era analizar el patriarcado y sus desigualdades,
cuestionar la discriminación de sexo y género. Inician una revolución moral en las costumbres,
la moda y las libertades sexuales y la reivindicación de la despenalización del aborto.