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¡Oh Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las
mujeres de los creyentes que se cubran (todo el
cuerpo) con sus mantos; es mejor para que se las
reconozca [como musulmanas] y no sean
molestadas. [33:59]
Este versículo indica claramente que la mujer debe cubrirse para
distinguirse de la gente, para ser identificada como una musulmana respetable
y evitar las miradas molestas de los hombres. Un argumento a favor de este
aspecto tiene que ver con que en varias sociedades occidentales, la ropa
provocativa hace que algunos hombres se acerquen a molestar a la mujer, y en
la actualidad se incrementan las demandas de hostigamiento y acoso sexual
hacia la mujer, promoviendo un estilo de vida de castigo y reprimenda a lo que
desde siempre ha sido la manifestación machista del hombre; no obstante, el
contraargumento a esta postura es: ¿por qué los hombres se pueden vestir
como quieran y las mujeres no?, ¿por qué no se promueve el respeto hacia la
forma de expresión de la imagen de una mujer? Podemos suponer que es debido
a que es mucho más fácil controlar y dominar lo que hace la mujer, que controlar
lo que hace el hombre.
Finalmente, nos damos cuenta de la
importancia que otorgan los musulmanes a
sus mujeres y que existen leyes en su
religión que, más que someter a la mujer, la
protegen de los peligros naturales de la
naturaleza de los hombres. Sin embargo, la clara diferencia de responsabilidades
y deberes genéricos, ¿no es una forma de limitar las capacidades de la propia
mujer por acceder a puestos de poder o liderazgo? ¿qué pensarían los hombres
musulmanes de una mujer mexicana atea, madre soltera, trabajadora,
