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pasara por un período de escasez financiera y le fuera imposible cubrir los gastos

de su familia, o si se alejara de ella por un largo tiempo y su esposa fuera

perjudicada por su ausencia, la mujer puede pedir la anulación del matrimonio.

Esto indica que el hombre debe ser justo y

equitativo con sus esposas. Es ilegal que un hombre

maltrate a su esposa con cualquier tipo de abuso,

dificultad, acoso, carga indebida o insulto. Tampoco puede

abusar de los bienes y el dinero de su esposa ni forzarla a

pagar sus cosas. La ley Islámica no permite que el marido obligue a la esposa a

hacer algo inmoral o vergonzoso que atente sobre su honor o el de su familia, o

que sea perjudicial para la sociedad.

Respecto a la compañía, el cuidado y las relaciones íntimas, el marido

debe vivir con su esposa honradamente, con respeto y buenos modos. Debe

mantener su apariencia decente, limpia y aceptable cuando se relaja en su

hogar, tal como le gusta encontrar a su mujer ya que debe existir entre ambos

respeto y decencia.

Asimismo, la ley Islámica aprobó la poligamia pero se estableció el límite

a cuatro esposas y se aplicaron reglas específicas que regulan estos

matrimonios. En la actualidad, y mayormente en sociedades occidentales se

considera que la poligamia es una actividad que deshonra la promesa de amor

hecha a una pareja, además de utilizar a las mujeres sólo como medios para

satisfacer sus deseos. Sin embargo, el Islam reconoce algunas condiciones en la

que la poligamia es una buena solución para los problemas que ocurren en

cualquier sociedad, mostrando que la poligamia está a favor de la mujer y no en

su contra.

Veamos, en primer lugar, algunas situaciones en que la monogamia puede

llevar a la promiscuidad, la prostitución o el divorcio: