Page 50 - R02
P. 50
transacción sin el consentimiento de un tutor y sin imponérsele ninguna
restricción o limitación. (Abdul-Rahman Al-Sheda (S/F), pág. 58)
El Islam indica que un hombre que honra, respeta y trata a una mujer con
justicia, posee un corazón sano y tiene una personalidad correcta, mientras que
un hombre que maltrata a una mujer, se lo considera infame y desmerecedor
de respeto. Asimismo, el Islam le otorga a la mujer los mismos derechos que al
hombre en cuanto a educación. El hombre y la mujer comparten la
responsabilidad de incentivar el bien y de prohibir el mal.
Abortar o matar a un hijo por cualquier motivo
que sea, es uno de los pecados más graves dentro del
Islam que recibe el castigo más severo de Dios y del
sistema legal islámico. El Islam exige justicia
emocional y material y buen trato por parte de los padres sin importar el sexo
de sus hijos. Un hijo varón no debe recibir ningún trato especial ni preferencial
por sobre su hermana mujer, y viceversa.
La jurisprudencia islámica obliga a los padres (o tutores) pedir la opinión
de sus hijas sobre asuntos matrimoniales y su consentimiento es esencial para
la validez del casamiento. La mujer no puede ser obligada a aceptar o a rechazar
una propuesta.
La mujer tiene el derecho a una dote (conjunto de bienes o dinero). Un
contrato matrimonial no es legal si no se especifica la dote. Además, este
derecho no se puede anular, incluso si la mujer estuviera de acuerdo. La dote le
pertenece a la mujer y tiene la libertad de hacer con ella lo que quiera. El esposo
no puede quitarle la dote, ni parte de ella si después de un tiempo decide
divorciarse de la mujer.
Respecto a la manutención, el marido tiene la obligación de darle a su
mujer un sustento honorable y suficiente acorde a sus posibilidades. Si el marido