Page 62 - R01
P. 62

III.   Necesitamos cambios

               Y ahora ¿qué se puede hacer para cambiar esta problemática? lo primero deberá ser el
               auto-análisis, conocer nuestra cultura, nuestras ideas, nuestros pensamientos. Destacar

               nuestras cualidades, aceptando tanto nuestras fortalezas, como nuestras debilidades, y
               trabajar en las áreas de oportunidad, y entonces podremos generar cambios en nosotros

               y en nuestras actitudes hacia los demás.
               El generar un cambio positivo en nuestro entorno, permitirá tener relaciones asertivas.

               Las relaciones de este tipo ayudan a promover reglas claras y directas, siempre bajo un

               marco de respeto hacia cada uno de los individuos involucrados. Esto no es un trabajo
               fácil, pero permite al menos establecer las pautas para poder ir cambiando un ambiente

               tóxico en uno armonioso.
               Cuando se habla de generar cambios es necesario querer hacer algo para obtenerlo,

               cambiar  de  paradigma,  de  forma  de  pensar,  (pasar  de  las  actitudes
               negativas/destructivas/injustas  a  las  positivas/constructivas/justas).  Esto  conlleva

               primero un análisis y conocimiento profundo de uno mismo, y de las situaciones por las

               que se ha atravesado. Posteriormente, se deben de llevar acciones que representen esos
               pensamientos, es decir, ser congruentes con lo que se piensa y lo que se hace, para así

               ir promoviendo un cambio constructivo en nuestro entorno. Así pues, pensemos en las

               mujeres que en diversos ámbitos han tenido que trabajar para otras mujeres; en mujeres
               que trabajan hombro a hombro -siendo pares-; y en mujeres que han sido de algún modo

               las coordinadoras, jefas o representantes de otras (Lagarde, M., 2006), (Lagarde, M.,
               2009). Todas tienen diversas actividades y perfiles, es por ello que se debe de pensar en

               equipo, en crecimiento conjunto, en ayuda mutua para poder generar entornos llenos de
               retos laborales y profesionales, donde la suma del trabajo de todos generará una sinergia

               siempre positiva para cada una de las partes. Lo cual incluye no solo el ambiente entre

               mujeres, sino entre hombres y mujeres.
               III.1. El affidamiento

               Dado  lo anterior,  el affidamiento es justamente un término que podemos comenzar a
               usar. Su definición es “término jurídico con el que se nombra una relación de tutoría de

               una persona que tiene autoridad con otra que es menor en edad o jerarquía” Lamas, M.
               (2015). Esto es sumamente relevante, cuando se trata de affidamiento entre mujeres,





                                                                                                           60
   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66