Page 48 - R01
P. 48
el lugar por antonomasia de la democracia, a partir de los sexual significa reconfigurar el
género, su comprensión y su experiencia. Las mujeres tienen que apropiarse de ese
espacio, los hombres tenemos que hacerles lugar y juntos, seres sexuales, sociales,
culturales y políticos, tenemos que transformar nuestra realidad a partir de establecer
nuevas relaciones entre nosotros mismos.
Por supuesto que la tarea no es sencilla, pero sí de todos porque todos formamos parte
de una cultura, valores e historia que ha sido sistemáticamente excluyente y violenta
hacia las mujeres, lo cual también violenta a hombres, pues rompe y transgrede los
vínculos sociales de respeto, libertad, tolerancia y convivencia. Hablar de democracia y
género es poner el acento en la cuestión femenina, pues como señalan Conway, Bourque
y Scott “aprender acerca de las mujeres implica también aprender acerca de los hombres”
(Lamas, 2013, p. 33).
En conclusión, el género y la democracia son hoy en día dos conceptos que no tenemos
que perder de vista en el análisis de nuestra realidad social y política. Hablar de género
y democracia significa hablar de una reconfiguración de la política y nuestra acción en
ella. En este artículo presentamos algunas notas para reflexionar sobre el valor e
importancia del género para analizar la democracia, vimos que el concepto de género es
una construcción sociocultural que responde a las relaciones de poder y autoridad de lo
social, y en este sentido proponemos una reconfiguración del orden democrático y político
a partir de la participación de las mujeres y hombres, como seres sexuados y sexuales,
en la vida pública más allá del ejercicio de sus derechos y libertades.
Referencias
Lamas, M. (2013). El género. La construcción cultural de la diferencia sexual. México:
UNAM-Miguel Ángel Porrúa.
Phillips, A. (1996). Género y teoría democrática. México: IIS-UNAM.
Giner, S. (1998). Carta sobre la democracia. Barcelona: Ariel.
Hierro, G. (2014) Ética y feminismo. México: UNAM.
46