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tanto nos molesta en la sociedad: el encasillar, crear estereotipos y roles de género

socialmente aceptados, por medio de los cuales se coartan las inquietudes o
inclinaciones que una persona tenga, siendo en este caso específico, el de los bailarines,

que son los afectados.
Este ejemplo no es lejano a nuestra realidad en la Escuela Nacional Preparatoria número

4, cada ciclo escolar, se inscriben pocos alumnos varones, ya que tienen una serie de
prejuicios muy arraigados en cuanto a aquellos que eligieron danza, varios tienen que

enfrentarse a prejuicios aprendidos, no solamente por parte de su familia sino también

de sus pares, teniendo como consecuencias que les apene entrar a la clase, que no se
permitan tener un acercamiento con la danza y en otros casos dejar de convertirse en

bailarines profesionales por miedo al rechazo y contradecir lo que sus padres esperan de
ellos.

Para entender mejor las experiencias de los adolescentes que bailan se requiere atención
especial a la relación paralela entre masculinidad y actitudes homofóbicas (Risner, 2007),

dado que la homofobia es un elemento definitorio clave en la masculinidad

contemporánea, post-moderna. Los alumnos que bailan, a diferencia de sus compañeros
masculinos que practican natación y deportes de equipo, están participando en una

actividad que ya lanza una sospecha social sobre su masculinidad y heterosexualidad

(Risner, 2007). En general, los hombres y niños que intentan participar en acciones
sociales que demuestran las normas femeninas de género están en riesgo a ser

relegados a la masculinidad subordinada de “débil” o “afeminado” (Courtenay, 2000)
Por lo que debemos tener presente que muchos de estos prejuicios y estereotipos son

aprendidos, ya sea por los medios masivos de comunicación como la televisión, los
medios impresos y en casa, siendo éste el primer espejo en el que se miran los niños

sobre todo en los primeros años de edad. La opinión de los padres afecta de manera

directa en su comportamiento, por los que es muy importante cuidar lo que se le transmite
a fin de no coartar su proceso de aprendizaje integral, si queremos que descubran sus

talentos y desarrollen su potencial.
Una vez que inician su proceso educativo formal, la escuela se convierte en un espacio

importante donde se busca la aceptación y donde también en ocasiones se debe luchar
con estos prejuicios e ideas colectivas que sobre el arte existen.

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