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LOS HOMBRES TAMBIÉN PUEDEN BAILAR
Autoras: Mtra. Vanessa Flores Espadas y Lic. Cecilia Rivera Hernández.
Dependencia: ENP 4. Vidal Castañeda y Nájera y ENP 2 Erasmo Castellanos Quinto
Correo electrónico: vanfloresp@yahoo.com.mx
Resumen: En este artículo nos enfocaremos en uno de los estereotipos que se dan en la danza, éste
es el estereotipo de género, por lo que es importante aclarar que los términos sexo y género no son
sinónimos, considerando que la relación del individuo con su propio cuerpo, que llamamos género es
una experiencia cuerpo/mente, sentida a una edad muy temprana. Es expansible durante toda la vida y
no necesariamente relacionado con su anatomía sexual (McKenzie, 2006).
Palabras clave: sexo, baile, actitud, bailarines.
E
l sexo sirve para definir diferencias anatómicas entre hombres y mujeres y el
género diferencias culturales.
La configuración de la práctica de género es una coreografía, un patrón de
actividades culturales, que se pueden cambiar, como sujetos a cambios de actitud que
constantemente exigen que los comportamientos se reconsideran y se rehacen, (Kehily
& Nayak, 2008).
Los roles y los estereotipos de género, se pueden ver como manifestaciones de los
valores y las normas de un contrato social. Están dentro de los significados utilizados por
la sociedad en la construcción del género y son características que, con un acuerdo muy
alto en nuestra sociedad, se consideran típicamente femeninas o masculinas
(Necualesei, 2015). Estos estereotipos proporcionan significados colectivos, organizados
y dicotómicos de género y a menudo se convierten en creencias ampliamente
compartidas sobre quiénes son las mujeres y los hombres de manera innata.
Aunque el baile en muchas culturas ha sido, y continúa siendo visto como una actividad
“masculina” apropiada, el paradigma cultural occidental sitúa la danza como una forma
de arte "femenina", y lo ha hecho desde el siglo XVI (Hasbrook, 1993). A lo largo del
tiempo se ha creado la idea de que la danza, tanto en el ambiente familiar, como en el
espacio social e incluso en el profesional, es realizada e interpretada preferentemente
por mujeres. Desde muy temprana edad, muchas chicas jóvenes son animadas a seguir
la danza como una actividad adecuada para su género, mientras que es algo en gran
parte evitado por los niños, que están aprendiendo y sintetizando rápidamente el
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