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comportamiento masculino apropiado, que generalmente significa "evitar todo lo que sea

femenino. (Risner, 2007).
Aun cuando ya estamos en el siglo XXI y pareciera que la sociedad está mejor preparada

y dispuesta para aceptar al otro, podemos ver cómo existen amigos y familiares
incapaces de apoyar la decisión del joven de acercarse a las artes o realizar alguna

actividad artística y peor aún, que ésta sea en danza. Se tiene en muy buena estima el
que una chica desee ser bailarina pues de manera inconsciente, se refuerza la idea de

preservar y propagar la imagen de una mujer etérea, frágil e inalcanzable, mientras que

en un chico se ve como un sinsentido. Se suelen dar razones tales, como la renuncia a
las actividades consideradas como “propias” de su género, entiéndase el futbol, el

básquetbol, la natación, el karate, mismas que se han vinculado tradicionalmente con la
fuerza, la competencia y la agresividad, características consideradas como positivas en

el ser masculino sin considerar todo el esfuerzo y disciplina detrás de la danza. Así se
crea una imagen errónea de lo que implica ser un bailarín, resultado de la ignorancia y

falta de empatía.

No sólo al interior de las familias se infravalora el interés que un varón pueda demostrar
hacia la danza, también algunos miembros de la llamada opinión pública han llegado a

denigrar la función social y artística de la danza. Tal es el caso de la conductora del

programa de televisión “Good Morning America”, Lara Spencer, quien en su espacio de
la cadena ABC, se burló públicamente del Príncipe George, hijo del heredero al trono de

Inglaterra, el Príncipe William.
Dicha conductora comentó que “El futuro rey de Inglaterra dejará los play-doh para

comenzar a estudiar religión, programación, poesía y ballet”, mientras decía estas
palabras se reía. Tanto el comentario como la conducta despertaron el repudio entre la

comunidad del ballet, pero específicamente entre los hombres dedicados a este arte.

Tal fue el impacto, que decidieron salir a las calles de Nueva York para ofrecer una clase
masiva gratuita, afuera de las oficinas del mencionado canal, y así demostrar que la

comunidad dancística conformada también por hombres tiene mucho que expresar.
Magistralmente preparada dicha clase, y con un impacto que trasciende en la vida de

quienes aman el arte, este acontecimiento derivó en una disculpa pública por parte de la
presentadora, aunado a diversas reflexiones donde la figura de Spencer es el reflejo que

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