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BMRC: ¿Qué ventajas tiene para ti ser hombre?
RI: La disforia disminuyó cuando decidí iniciar la terapia de reemplazo
hormonal. Las depresiones dejaron de ocurrir tan recurrentemente.
La disforia de género es sentirte incomodo, con molestia, con tristeza sobre tu
cuerpo y órganos que fueron asignados al nacer, destacando que la disforia es
distinta en cada persona ya que no a todas las personas les molestan las
mismas partes o rasgos de su cuerpo.
BMRC: ¿Vas a hacer un cambio de género o cambio de sexo?
RI: En este momento no me preocupo por tomar la decisión de hacerme una
cirugía. Pienso que tengo muchas cosas que experimentar antes. Además, las
operaciones de faloplastía no son muy exitosas hoy en día. La mastectomía, la
extirpación de las glándulas mamarias, si me interesa realizármela en un futuro
cercano.
El cambio de género ya lo estoy realizando… aunque es chistoso, pero en
ocasiones las personas que ni conozco no quieren aceptar el cambio. A pesar
de que ya tengo voz masculina y apariencia de hombre, algunos vecinos o
conocidos se siguen dirigiendo hacia mi como “señorita” o “chava”. Eso no me
afecta, pero si me hace cuestionar su rechazo a la diversidad de género.
BMRC: ¿Quién te ha ayudado a comprender los cambios que ha
experimentado tu cuerpo?
RI: Desde los 12 años he tomado consulta con psicólogos y psiquiatras.
Recuerdo que desde siempre tuve depresión, les decía a los médicos que mi
principal problema era mi cuerpo. Algunos psicólogos me decían que no era